Lo cierto es que, viendo el programa de actividades de la Acampada Sol, uno puede pensar que, sin darnos cuenta, la fiesta de la democracia se está convirtiendo en poco menos que una comuna en el corazón de la ciudad.
Y es que entre las asambleas, manifestaciones y reuniones, una legión de clowns, performance y pasacalles, amenizan la espera de los acampados, visitantes y curiosos. Y eso está desanimando a muchos de los partidarios al movimiento, tal y como lo expresan en los comentarios del programa de actividades.
Lo cierto es que, aparte de dicho programa, hay una labor de organización y puesta en marcha, que ya la quisiera cualquier gobierno!
En estos 15 días, la @acampadasol se ha trasladado a multitud de ciudades españolas y extranjeras y, al menos aquí en Madrid, ya han organizado un enjambre de asambleas de barrio para facilitar la participación. Cada día surgen nuevas webs del movimiento y sus diferentes comisiones; y lo más admirable de todo esto, es que, a pesar de las dimensiones que va tomando diariamente, estan consiguendo una coordinación asombrosa, llevando el movimento hacia la misma dirección desde sus diferentes localizaciones y puntos de vista.
Cada cuál ayuda como puede, sabe o quiere; incluso los artistas que amenizan la espera. El que da lo que tiene, no está obligado a dar nada más.
Las críticas son necesarias pues nadie es perfecto y es la única manera de materializar la utopía en soluciones tangibles que nos beneficien a todos; pero conviene recordar que las críticas constructivas son una forma de ayudar, mientras que las críticas destructivas y gratuítas, aparte de hacer daño, solo provocan desánimo y frustración; y eso no hace bien a nadie.
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